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Queremos iniciar este editorial por el Día Internacional de los Trabajadores saludando a los millones de peruanos y peruanas que se ganan la vida digna y honradamente. A todos/as aquellos/as que diariamente “dejan el lomo” en actividades y ocupaciones que muchas veces no les brindan ingresos suficientes, o donde están expuestos a múltiples riesgos, exclusiones y discriminaciones, por efecto de políticas sociales y económicas erradas que perpetúan condiciones de trabajo precarias e inseguras.
Para aportar al conocimiento y debate sobre nuestra realidad laboral, TrabajoDigno.pe comparte la siguiente evidencia sobre la evolución de algunos indicadores relacionados con el trabajo decente en los últimos años.
En términos generales, de acuerdo a información de la Planilla Electrónica del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) y del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el porcentaje de empleo informal descendió cerca de diez puntos porcentuales en la última década (2006-2016). En gran medida como resultado del crecimiento económico experimentado en este periodo.
Sin embargo, la tasa de empleo informal sigue siendo alta (72%), e involucra a 7 de cada 10 trabajadores. En el caso de las micro empresas (1–10 trabajadores), la informalidad laboral llega al 92%, a pesar de ser un sector que cuenta con un “régimen laboral promocional” que abarata significativamente el “costo” laboral por trabajador. Tal nivel de informalidad, así como los débiles avances en formalización, ponen en evidencia el fracaso de un régimen que con la justificación de promover el empleo formal, recortó derechos y beneficios sociales a los trabajadores peruanos.
Las remuneraciones laborales en el Perú siguen siendo bajas para una importante mayoría. Y desde el Estado no se implementan las políticas necesarias para elevar los promedios salariales.
Un mecanismo para mejorar los ingresos es la actualización de la Remuneración Mínima Vital, pero el actual gobierno no lo ha tomado en cuenta. El último aumento (de 750 soles a 850) se dio en mayo del año pasado, antes de culminar la gestión del anterior gobierno; pero hoy ese monto ha perdido capacidad adquisitiva por efecto de la inflación. El gobierno de PPK debería institucionalizar el procedimiento para actualizar automática y periódicamente el salario mínimo (y autonomizarlo de los “humores” y necesidades del poder político) aprobado por el Consejo Nacional de Trabajo en el 2007, acorde con la evolución del costo de vida y de la productividad.
Otro mecanismo que permitiría mejorar los ingresos laborales reposa en la sindicalización. A más organización, mayor capacidad de negociación de incrementos salariales que reflejen las mejoras de la productividad del trabajo; simple. Sin embargo, tenemos que en el Perú aún no se recuperan los niveles de sindicalización pre-reformas laborales neoliberales de inicios de los años noventa. Hoy la PEA sindicalizada en el sector privado formal apenas llega al 5% (en Chile es de 17%). Y si bien en el sector público este porcentaje es de 15%, los trabajadores estaban negados a incluir incrementos salariales en sus convenios colectivos, aunque dicha restricción ya fue eliminada por el Tribunal Constitucional. Con estos niveles de organización sindical se hace muy difícil forzar una distribución justa del ingreso, que es lo que ha venido pasando en los últimos años.
Como vemos, queda mucho por hacer para mejorar las condiciones de trabajo de los peruanos y peruanas. El gobierno, con el enfoque que ha expuesto en diversos espacios, difícilmente podrá mejorar el cuadro actual, más en un contexto de desaceleración económica. Pero lo que sí podría hacer –y debemos exigirle– es no flexibilizar más la legislación laboral ni quitarle garantías de protección a los trabajadores. Ese enfoque ha fracasado y debemos buscar alternativas que apunten a mejorar las condiciones laborales y productividad de los trabajadores, sin quitarles derechos.
En esa línea, volvemos a compartir con nuestros lectores el conjunto de recomendaciones que destacados especialistas, docentes e investigadores laboralistas, incluyendo a los miembros de TrabajoDigno.pe, presentaron al Ministro de Trabajo, Alfonso Grados, para mejorar las políticas públicas orientadas a promover el empleo adecuado en nuestro país.
Esperamos que sean tomadas en cuenta por la actual Autoridad de Trabajo.
Feliz 1 de Mayo!