TLCs traerían más perjuicios que beneficios a la economía peruana

Sin duda la firma de Tratados de Libre Comercio (TLC) por el Estado peruano es una de las decisiones de política económica más cruciales y cuestionadas de los últimos años. Desde el 2007, cuando se firmó el primer TLC con los Estados Unidos, el Perú ha suscrito más de 17 acuerdos comerciales donde se decidió liberalizar nuestros mercados y desregular algunos sectores claves para la economía local y el acceso a servicios por parte de la ciudadanía.

Esta semana el diario La República dio cuenta de los enormes déficits que registra nuestra economía con relación a los países con los que se ha firmado estos acuerdos comerciales. Solo para mencionar el caso más publicado, el del TLC con los Estados Unidos, los saldos comerciales registrados entre el 2007 y el 2015 revelan una pérdida de más de US$ 4,000 millones.

Para seguir con el mismo caso, si nos remitimos a indicadores relacionados con la industria y el empleo, vemos que en los sectores no tradicionales relacionados con el comercio bilateral internacional, el impacto sobre los niveles de empleo adecuado son modestos o nulos.

Análisis realizados por Julio Gamero, y publicados por la Red Peruana por una Globalización con Equidad (RedGE) en base a estadísticas oficiales, encuentra los siguientes hallazgos en dos sectores claves en el comercio exterior peruano: la industria manufacturera y la agroexportación.

  • En lo que respecta a la actividad manufacturera, en el 2013 un informe del MTPE (Informe Estadístico mensual. Año 18–Número 211) daba cuenta que las empresas dedicadas a la elaboración y conservación de frutas, legumbres y hortalizas, tuvieron que reducir personal que se desempeñaban en las áreas de procesamiento y empaque, debido a la caída de las exportaciones de espárrago y alcachofa. Asimismo, el término de la campaña de siembra de ají y uva motivó la menor contratación de personal que realizaba labores del campo y de procesamiento.
  • Similar escenario se registró en la actividad extractiva para el resto urbano, donde la agricultura también sufre las consecuencias por las caídas de la demanda externa de los países a los que se exporta, entre ellos a los Estados Unidos, especialmente en sectores sensibles al consumo externo (espárragos, alcachofas y las uvas).
  • Según los reportes del MINCETUR, las exportaciones de estos productos –T-shirt y camisas– hacia el mercado estadounidense han variado en -5.2% y -6.5%, respectivamente, entre los años 2012 y 2013. Lo mismo sucede con los productos de agroexportación, como las Alcachofas (-16.7%) y las demás hortalizas (-7.5%) que han tenido un desempeño negativo en las exportaciones de este último año hacia los Estados Unidos. Este desbalance explica la pérdida de empleos en dichos sectores.
  • Asimismo, los trabajadores que se dedican a la agricultura y ganadería el 2013 totalizan 164,000 y los del sector manufacturero llegan a 489,000. En ambos casos el número de trabajadores es mayor a lo observado en el 2009, a pesar de haber tenido una caída entre 2012 y 2013, pero el crecimiento promedio anual de estos dos sectores –de 4.1% y 5.1%, respectivamente, para los 5 años comparados están por debajo del promedio total que es 8.7%.
  • La clasificación de los trabajadores en planilla según afiliación sindical, muestra que la gran mayoría de trabajadores del sector textil no está sindicalizado (90.4% en el 2013), mientras que sólo el 9.6% de trabajadores sí se encuentra bajo la cobertura de una organización sindical. Peor es la situación de los trabajadores en planilla del sector confecciones, donde el 98.5% no se encuentra sindicalizado, a pesar de haber mejorado en términos relativos respecto al año anterior que era de 99.1%. En ambos sectores, ha habido mejora en la tasa de sindicalización, pero en valores absolutos el número de afiliados ha venido cayendo en 2012 y 2013, al igual que el total de trabajadores en planilla debido a la menor demanda por exportaciones de los Estados Unidos.