¿Y si los dueños de las empresas ganan menos, para que más gente trabaje?

Simplemente ha dado en el meollo del asunto. Ante los efectos negativos de la desaceleración de la economía mundial en el empleo, el economista Germán Alarco plantea: “La reducción de las expectativas de ganancias [de las empresas] es un elemento central para promover la inversión privada”.

La cosa es así de simple: el crecimiento económico peruano depende de las exportaciones mineras. Estas han caído porque cayeron también los precios de los comodities, lo que genera (no pérdidas, sino) menores ganancias que en años anteriores. Esa sería una explicación a la caída de la inversión privada y del crecimiento económico: la negativa a invertir dadas las bajas expectativas de ganancias posibles. Como no se obtendrán similares (o mayores) utilidades que las recibidas en los mejores años del boom exportador (con tasas de retorno de hasta 25%), no se invierte. Cambiar este esquema egoísta y sin visión de futuro ayudaría a reactivar la economía desde el consumo interno. Sugerimos revisar el interesante debate que estimuló y se dio en el blog del autor.