Aumento del Salario Mínimo: cuestiones claves

Autor: Enrique Fernández-Maldonado

Hace bien el gobierno en subir la remuneración mínima vital (RMV), por diversas razones. Sin embargo, la cifra de 850 soles es similar a la que correspondía a junio del 2014 aplicando la fórmula aprobada por el Consejo Nacional de Trabajo y Promoción del Empleo (CNTPE), en base al cálculo de la productividad laboral y la inflación (Cuadros y Quiñones, 2015). No obstante el desfase, se espera que el incremento contribuya a mejorar el consumo de los sectores de bajos ingresos y, de manera macro, a dinamizar el mercado interno en tiempos de desaceleración económica.

Lo difícil de comprender es la dureza con que algunos sectores han recibido la medida. A pesar de su justeza social (apenas recuperará en algo la capacidad adquisitiva del ingreso laboral básico) y pertinencia económica (para alentar el consumo interno), periodistas como Jaime de Althaus la califican de demagógica y contraproducente, mientras que uno de sus entrevistados –Juan Mendoza, director de maestría en la Universidad del Pacífico– anticipa que aumentará la tasa de informalidad laboral, actualmente en 55% de la PEA asalariada privada.

En el blog TrabajoDigno.pe hemos expuesto en diversas oportunidades la inconsistencia de los argumentos contrarios a los aumentos de la RMV definidos técnicamente y en contextos de crecimiento económico. Los últimos incrementos realizados (2007, 2010, 2011 y 2012) no implicaron un aumento de la informalidad laboral ni una caída en los niveles de cobertura de la RMV. Todo lo contrario: en los últimos años la tasa de informalidad laboral en el sector privado descendió de manera sostenida, pasando de 68% de la PEA asalariada privada a 55% entre 2005 y 2014.

Para ceñirnos al último periodo de gobierno, “entre el 2011 y el 2014 el aumento de la remuneración mínima ha venido acompañado de un mayor grado de cumplimiento en el caso de los trabajadores asalariados. Mientras en el 2011 el 72,8% contaba con un ingreso no menor a la RMV –tras un aumento porcentual del 19,6%, de S/. 627 a S/. 750–, dicho porcentaje aumentó al 75,5% en el 2014. Subió, así, su grado de cumplimiento”.

Pero además, “la RMV ha tenido un efecto faro entre el sector no asalariado, los considerados trabajadores autónomos o independientes. En el 2014, un porcentaje similar al del 2011 acabó con ingresos no menores a una RMV, superior a la vigente el 2011” (sección Rompiendo mitos). A similares conclusiones llega el economista Raúl Mauro, cuando señala que “el aumento del salario mínimo sí ha probado tener efectos a favor de la equidad y ha servido para que el resto del mercado laboral eleve sus remuneraciones” (Trabajo&Desarrollo Nº 13, Marzo 2016).

El anuncio de Ollanta Humala, aunque previsible, ha desencajado algunas propuestas electorales. Por lo pronto, PPK tendrá que replantear su ofrecimiento de aumentarlo a 850 soles, ahora sin sentido y vigencia. La propuesta del Frente Amplio de aumentarlo hasta los 1,000 soles es viable, considerando que el significativo crecimiento de la productividad registrado en los últimos años no se ha traducido en mejoras remunerativas en la misma magnitud; y en la medida que se apliquen políticas económicas reactivadoras. Ni Fuerza Popular ni Acción Popular han sentado posición al respecto. En segunda vuelta este será un tema clave en el debate político.

Finalmente, no se debe perder de vista la urgencia de institucionalizar el mecanismo técnico de revisión de la RMV aprobado por el CNTPE en el año 2007, con el fin de terminar de una vez por todas con el manejo político de los incrementos de la RMV.

Tambien puede verse La República

http://larepublica.pe/impresa/economia/755555-empresarios-y-dirigentes-con-posiciones-distintas-sobre-el-rmv

http://larepublica.pe/impresa/economia/755619-peru-aun-tiene-uno-de-los-salarios-minimos-mas-bajos-de-america-latina