¿Despidos de novela?

TrabajoDigno.pe recibió la colaboración de Walter Díaz, dirigente sindical de Telefónica. Un texto que transita entra la ficción y la crónica periodística, para retratar la difícil situación de los trabajadores telefónicos. Cualquier semejanza con la realidad, ya saben….

 Walter Díaz de la Vega Castillo                                                                                 Secretario General en SINATTEL-Telefónica

Llegas al trabajo y un funcionario de recursos humanos está esperándote en la sala de reuniones. El funcionario no te mira a los ojos. Y como si repitiera un guion aprendido, te dice que la empresa ha iniciado un proceso de despido en tu contra. El motivo: haber quebrado la buena fe laboral y no cumplir con el reglamento interno.

Sales de la sala de reuniones. Todos te miran. Nadie dice nada. Sientes que murmuran. En un par de horas toda la empresa ya se enterará que te han cursado una carta de pre despido. En tu oficina, solo se te acerca una persona. Te abraza y te dice:

– Son unos desgraciados. Han venido a humillarte en la oficina. Es una práctica para crear un clima de miedo. ¡Defiéndete!

La miras. Le agradeces por su gesto.

En ese instante, recuerdas que tu jefa, quien nunca se mostró interesada en tu persona, por la mañana te había preguntado cómo estaban tus hijos, la familia, lo habitual. Comparas y te dices a ti mismo: Ella ya sabía lo del despido. Compruebas lo hipócrita y repudiable que puede ser una jefa.

Sigues en shock. Sales de tu oficina. No aguantas más y te pones a llorar. No sabes qué hacer. Tienes miedo. Ira. Indignación. Son casi veinte años de trabajo dónde nunca tuviste problemas y diste todo por la empresa. Incluso, hasta te premiaron por hacer bien tu trabajo. Pero ahora eso parece no importarles. Llamas a los dirigentes de tu sindicato. Te citan para tratar de manera urgente tu caso.

* * *

Te encuentras con los dirigentes del sindicato. Estrechan tu mano y comienzan a interrogarte. Te cuentan que uno de ellos pasó por lo mismo. Ellos saben muy bien lo que se siente una carta de despido. Por eso es necesario saber hasta el mínimo detalle. Porque si no investigas, terminas repitiendo y creyendo lo que dice el empleador.

Después del interrogatorio, te das cuenta que la empresa está acusándote de hacer ventas en el mes en el que tú te encontrabas de vacaciones (algo ilógico). Al día siguiente, los dirigentes del sindicato piden que revises si alguno de los días en los que se hicieron esas ventas (por las que te acusan), estuviste con descanso médico. A ellos no les sorprende que la empresa ni siquiera se haya percatado de eso. Vas a tu oficina y ¡sorpresa! También te acusan de hacer ventas en tus días de descanso. No lo puedes creer…

Ese mismo día por la tarde, acompañas a los dirigentes y asesores al Ministerio de Trabajo. Desde hace meses el sindicato viene intuyendo que la empresa tenía intenciones de despedir trabajadores. Por eso solicitaron con anticipación la intervención del Ministerio. Observas en vivo y en directo una discusión entre el sindicato, la Oficina de Recursos Humanos y la Autoridad de Trabajo.

La empresa no sabe qué responder cuando el sindicato le reprocha que están acusando a sus afiliados de supuestas faltas, cuando los trabajadores se encontraban de vacaciones. Los de Recursos Humanos se miran entre ellos. Una de ellas mira a los dirigentes con odio. Se ven desconcertados. El asesor del sindicato interviene indicando que su exhaustiva investigación no ha sido tal y que esto responde a una mala práctica del Área de Recursos Humanos. Interviene el funcionario del Ministerio y le pregunta a la empresa cómo pueden acusar de cometer faltas en el periodo de vacaciones. La empresa solo atina a decir que revisará el tema.

Te das cuenta también que por más pruebas que te dan la razón, el funcionario está atado de manos. Él mismo explica cuál es el rol que cumple el Ministerio de Trabajo y asevera que si la empresa no actúa correctamente, el sindicato tendría que ir por la vía legal.

Salen del Ministerio. Valoras lo importante de estar sindicalizado y respaldado por personas que a pesar que no tengan una relación de amistad contigo, tratan tu caso como si fuera el de ellos mismos. Sabes que eres inocente. Tienes pruebas. Y por los mismos asesores, sabes que los principios legales te amparan. Pero sigues angustiado.

Los dirigentes lo captan y te dicen:

– Si el Ministerio cumpliera su rol protector, tú no estarías en esta situación ¿No crees que con lo que hemos encontrado, el Ministerio de Trabajo debería ordenar a la empresa que deje sin efecto tu proceso de despido? ¿Para qué crees que las empresas financian a los políticos? ¿Crees que es casual que el Ministerio de trabajo esté atado de manos? Tú, que nunca hablas de política, asientas con la cabeza lo que dicen los dirigentes del sindicato porque ahora lo estás viviendo en carne propia. Comprendes algunas cosas y sientes que empiezas a pensar diferente.

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Me gustaría que lo narrado hasta aquí sea parte de una novela. De un relato producto de la ficción. Pero no lo es. Es la dura realidad que pasan miles de trabajadores en el Perú. Miles son despedidos injustamente y la mayoría de ellos no tienen una organización sindical comprometida en la defensa de los trabajadores. Tampoco una condición económica que les permita defenderse a través de una buena asesoría.

Hoy en Lima, una situación parecida vienen afrontando las compañeras Erika Arce Márquez y Rocío Guzmán Jó, ambas afiliadas a SINATTEL. La razón: la empresa Telefónica del Perú les ha cursado una carta de pre despido en las cual les imputan que habrían realizado ventas a personas que estaban fallecidas.

Lo curioso es que Telefónica no se percata en sus acusaciones y les imputa realizar ventas en un periodo en el que Erika y Rocío se encontraban de vacaciones. Y en días en los que se encontraban con descanso médico.

Otro dato curioso es que son informadas del procedimiento de ese tipo de ventas recién el primero de diciembre, cuando dichas ventas fueron realizadas entre setiembre 2014 y noviembre 2015. Razón por la cual no tendría sentido acusarlas de no cumplir un procedimiento que en el momento de las ventas no existía. Que no estaba vigente.

Acompañadas de los dirigentes de SINATTEL, Erika y Rocío presentaron su descargo el pasado 14 de Junio. Ahora están a la espera de que la empresa deje sin efecto dicho proceso de despido debido a la falsedad y a los errores encontrados en la acusación de la empresa.