EL NUEVO MINISTRO DE TRABAJO Y EL CONSENSO FALAZ

CGTP+MINISTRO 000493457W (Fuente: Agencia Andina)

La designación del abogado laboralista y docente Christian Sánchez Reyes, como nuevo Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), ha generado opiniones diversas, las mismas que varían según los intereses y preocupaciones que las sustentan.

Las primeras reacciones provinieron de algunos medios de comunicación y “líderes” de opinión, que rápidamente recordaron la participación de Sánchez Reyes en un pronunciamiento público en defensa de los derechos laborales, suscrito por un conjunto de expertos laboralistas en el contexto de la tristemente célebre “Ley Pulpín”. Sánchez Reyes fue despedido de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil), donde se desempeñaba como intendente de inspecciones. Un evidente “escarmiento” por ejercer su derecho a la libertad de expresión y conciencia… siendo servidor público.

Comunicado publicado en La República

A partir de este hecho, sus detractores han intentado –en primer lugar– desacreditar la designación del nuevo Ministro, calificándolo de “rojo” por considerarlo cercano a los trabajadores, lo que puede interpretarse como ajeno a los intereses particulares que buscan preservar. Esta “preocupación” se remonta, sin embargo, a la experiencia previa de Sánchez Reyes como Director General de Trabajo (DGT) entre los años 2011 y 2012, cuando se hizo conocido por ser un funcionario riguroso y serio en la aplicación de la norma laboral. Durante su gestión como DGT no tuvo remilgos en aplicar la ley a favor de los trabajadores (algo que no es usual en el sector), a pesar de las presiones ejercidas por empresas reñidas con el dialogo social y el respeto de los derechos laborales (el caso de Shougang es conocido).

Con estos antecedentes, queda claro que los cuestionamientos al nuevo ministro traen consigo intereses subalternos. La “polémica” en torno a su nombramiento se da en el marco de una intensa campaña mediática por marcarle la “agenda” laboral al nuevo gobierno. Quienes objetan la designación de Sánchez Reyes, son los mismos voceros que presionaron a Pedro Pablo Kuczynski para que implemente “la reforma laboral que el país necesita”. Ahora pretenden hacer lo mismo con el presidente Marín Vizcarra, una suerte de “cruzada por el empleo formal y estable”, pero que en realidad apunta a eliminar las garantías constitucionales que tienen los trabajadores frente al despido nulo o arbitrario. Sobre el particular nos hemos referido anteriormente, desmontando las falacias con la que buscan influir en el Gobierno y la opinión pública.

En TrabajoDigno.pe consideramos importante denunciar estos intentos mediáticos por contrabandear una suerte de “consenso” en torno a la reforma laboral flexibilizadora. Tal consenso no existe. O más bien, solo es posible en el directorio de la CONFIEP o en el comité editorial de El Comercio. No existe evidencia que sustente el recetario flexibilizador. Tan es así, que las últimas políticas que pretendían flexibilizar más la legislación laboral (desde la Ley Pulpín hasta la Ley del Esclavo Juvenil), fueron (y siguen siendo) resistidas por la opinión pública y por los propios trabajadores. En este contexto, resultaría suicida para el presidente Vizcarra hacer caso a los “cantos de sirena” que presionan por aumentar la “productividad” y la “competitividad”, a costa de recortar y desaparecer derechos laborales.

Llegado a este punto, y conocido el perfil del nuevo titular de la cartera de Trabajo, la pregunta que cae de madura es: ¿qué rol jugará el Gobierno de Vizcarra en la regulación de las relaciones laborales? ¿Cuál será la estrategia del MTPE para promover el empleo adecuado (lo cual incluye la puja distributiva) y cuánto apoyo tendría para ello? ¿Cuánto margen de maniobra tiene el nuevo ministro para implementar una política laboral a favor de los trabajadores? Sin duda, interrogantes que se irán decantando en el terreno, conforme se vaya consolidando la nueva gestión en el cargo.

Por lo pronto, más allá de las “alarmas” empresariales, queda claro que el MTPE deberá enfrentar enormes retos relacionados con su buen funcionamiento, que debe entenderse como el cumplimiento de sus objetivos institucionales. Desde el lado sindical, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) hizo públicas sus prioridades, luego de reunirse con el Ministro y su flamante Viceministro de Promoción del Empleo y Capacitación Laboral, el economista Fernando Cuadros Luque, a inicios de esta semana.

ComunicadoCGTP

Entre los principales retos que deberá enfrentar la gestión entrante está el redefinir la subordinación jerárquica del MTPE al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), lo que implica imprimirle un mayor peso político a la cartera dentro del Consejo de Ministros. Objetivo claramente complicado en el actual escenario, pero no imposible. Trabajo es uno de los sectores que menores recursos públicos recibe. Desde décadas atrás su presupuesto no llega al 2% del Presupuesto General de la República; una limitante de origen para cualquier gestión, por más voluntariosa que esta sea.

En ese sentido, el nuevo Ministro deberá replantear su estrategia para modernizar una estructura burocrática que enfrenta condiciones de trabajo precarias (particularmente los CAS, pero también los trabajadores de las contratas que brindan servicios al Ministerio). Lo mismo puede decirse de la compleja relación del MTPE con las Direcciones Regionales de Trabajo y Promoción del Empleo (DRTPE); dependientes económicamente de sus gobiernos regionales (con todo lo que ello implica); pero supeditados al rol rector del ministerio.

Asimismo, el nuevo ministro deberá relanzar (una vez más) el Consejo Nacional del Trabajo (CNTPE) y convertirlo en un verdadero espacio de dialogo social para la formulación de políticas laborales consensuadas. Algo que no venía sucediendo. Otro reto de similar calado radica en el fortalecimiento de la SUNAFIL; especialmente la constitución de las intendencias regionales en todo el país (actualmente solo 15 de un total de 25 regiones cuentan con una) y la contratación de los inspectores suficientes y necesarios para cumplir oportuna y eficientemente sus funciones.

Desde esta tribuna, TrabajoDigno.pe saluda el nombramiento de Christian Sánchez Reyes en la difícil responsabilidad asumida, y le desea una buena gestión a favor de los trabajadores y trabajadoras del Perú.