EL DESCARNADO ROSTRO DE LA DESIGUALDAD(Foto: Trabajo Digno)
No es una buena época para hacer huelgas. Los trabajadores del Sindicato de Trabajadores de San Miguel Industrias lo tienen ahora más claro. Movilizarse y protestar bajo el inclemente calor limeño, con la atención de los medios y de la opinión pública puesta en los destapes de la corrupción, dificulta doblemente el esfuerzo. Intensifica la frustración. Reduce las expectativas. Atenta contra la perseverancia. Pero ahí están, incansables, noventa y cuatro obreros sindicalizados “en pie de lucha”. Haciendo olla común con sus familias en el perímetro de la fábrica. Arengando frente al Ministerio de Trabajo. Resistiendo la represión policial en la sede san isidrina de la empresa. Un sindicato que decidió encarar a una de las corporaciones más poderosas del medio: INTERCORP. Nada menos. Al poder económico encarnado en la figura del multimillonario Carlos Rodríguez Pastor.
TrabajoDigno.pe conversó con un grupo de ellos y este es el reporte al día treinta y cinco de huelga.
“INTERCORP, basta de propinas”
Bastaron tres meses de negociación para romper el trato directo. El sindicato presentó su pliego en agosto del año pasado, y entre setiembre y diciembre intentaron llegar a un acuerdo con la empresa. Para el sindicato, San Miguel Industrias nunca planteó alternativas atractivas y razonables, acordes con su situación económica. Para la empresa, el sindicato se excede en sus demandas. Ante este entrampamiento, el sindicato solicita una conciliación a cargo de la Autoridad de Trabajo. Tampoco funcionó. El sindicato decide paralizar. El Ministerio de Trabajo decide declarar legal el plazo de huelga. El sindicato inicia su medida de fuerza el miércoles 4 de enero.
- No pensamos que duraría tantos días –reconoce uno de los sindicalizados que protestan frente al Ministerio de Trabajo, en la berma central de la Avenida Salaverry–. Y parece que nos vamos hasta más de cuarenta, de no lograrse un acuerdo esta semana.
Desde ese día, los trabajadores sindicalizados de San Miguel Industrias vienen protestando en diversas sedes de la empresa. Frente a la fábrica organizaron una olla común el viernes 27 de enero, a la que asistió solidariamente la congresista Indira Huilca. También se movilizaron hasta la sede san isidrina de la empresa, donde fueron reprimidos por la policía. Esta semana vienen haciendo plantones frente a la sede del Ministerio de Trabajo. En el piso dos del edificio de Salaverry, dirigentes y empresa negocian el pliego en reuniones extraproceso conducidas por la Dirección de Prevención y Solución de Conflictos. Al momento de redactar estas líneas no se ha llegado a un acuerdo.
Pero, ¿cuáles son los puntos que no acepta la empresa? ¿Qué demandas generan el entrampamiento y no permiten una solución al conflicto laboral?
Uno primero es el aspecto remunerativo. El sindicato plantea que se les otorgue un incremento diario de 10 soles, lo que significa un aumento de 300 soles mensuales. La empresa ofreció al sindicato 2.4 soles diarios, algo más de 70 mensuales. Propuestas que muestran una diferencia sustancial. ¡Tenemos dignidad, propinas no aceptamos!, gritan los trabajadores que “hacen la guardia” a su comisión negociadora.
De acuerdo al sindicato, los trabajadores sindicalizados reciben una remuneración promedio de 1,200 soles, aproximadamente. Los trabajadores no sindicalizados reciben 1,400. Con el aumento demandado, la remuneración promedio de los sindicalizados podría llegar a los 1,500 soles. Ingresos apenas por encima del costo de la canasta básica de consumo. Según un informe del Instituto de Estadística e Informática (INEI), para una familia de cuatro miembros esta ascendería a 1,260 soles mensuales a nivel nacional (en Lima Metropolitana supera los 1,500 soles).
Asumamos el supuesto de que, para cerrar el convenio y levantar la huelga, el sindicato acepta un aumento de 8 soles (240 soles adicionales por mes) en lugar de los 10 soles que solicitó originalmente. En ese caso, la remuneración promedio mensual ascendería a 1,440 soles. Si el aumento fuera de 6 soles diarios (o 180 mensuales), esta ascendería a 1,380 soles. Por donde se vea, salarios aún bajos para el costo de vida actual.
(Foto: Internet)
No es, sin embargo, el único punto en discordia. Hay tres puntos adicionales que son claves para el sindicato.
El primero tiene que ver con el pago completo de los días laborados. El sindicato denuncia que la empresa solo reconoce 360 días en lugar de los 365 correspondientes. Bajo este esquema, los trabajadores de San Miguel Industrias le “regalan” cinco días laborados a su empleador.
Segundo punto: garantizar el acceso a movilidad para los trabajadores. Piden que les faciliten el traslado a los paraderos y troncales de transporte público. Son varios los que tienen largas distancias hacia Lima Norte y el Este. Eso les ayudaría bastante, dicen.
En tercer lugar, demandan el reconocimiento del refrigerio como parte de la jornada laboral. Lo mismo con el trabajo dominical. La empresa no paga una sobretasa y decide discrecionalmente los turnos obligatorios. “La empresa cuenta con almacén como para no trabajar los domingos”, nos precisa uno de ellos.
Salvo el tema del aumento salarial, el resto de puntos demandados por el sindicato no representan nada del otro jueves. Están dentro de lo razonable para una empresa de las características de San Miguel Industrias.
Líder en el rubro del plástico
San Miguel Industrias Pet SA es una empresa considerada líder en la industria de plástico. Según informa en su página web, provee de envases a una diversidad de empresas en Perú y la región. Dispone de más de 100 maquinarias de manufactura primaria, ubicadas en plantas que suman 200 mil metros cuadrados y que le permiten realizar 19 operaciones in-house en quince países de Latinoamérica, incluidas dos plantas de reciclaje. Cuenta, según la misma fuente, con 2,100 trabajadores.
San Miguel Industrias forma parte del grupo de socios estratégicos (trece en total) del Grupo INTERCORP, uno de los más grandes en el país. No es, por tanto, cualquier empresa.
De acuerdo al sindicato, les resulta incomprensible entender por qué San Miguel Industrias no atiende sus pedidos salariales. Según refiere un dirigente, la empresa tiene actualmente una posición de dominio en el mercado del plástico. “La empresa cubre el 70 por ciento la demanda local. Su intención es controlarlo todo”, precisa el dirigente entrevistado.
No está lejos de la verdad. San Miguel Industrias ocupa un lugar expectante en el listado de las principales empresas del medio. Un ranking de las 500 mayores empresas que operan en Perú, publicado el 2013 por la revista América Economía, ubicó a San Miguel Industrias en el puesto 166, registrando ventas por US$ 216 millones. El año anterior había ocupado el puesto 243, con US$ 203 millones en ventas.
(Fuente: Revista América Economía 2014)
En el mismo ranking, San Miguel Industrias ocupa el cuarto lugar en la lista específica del rubro “bebidas y licores”, paradójicamente sin producirlos, por debajo de los Grupos Ajegroup, Backus&Johnston y Corporación Lindley; y por encima de otras importantes empresas como Ajerper y Ambev.
(Fuente: Revista América Economía 2014)
Actualmente San Miguel atiende a importantes corporaciones que operan en diversos países de la región. Por su envergadura y extensión de sus operaciones, se conoce comúnmente a estas empresas como “translatinas”. Varias de ellas importantes como Backus, Alicorp, Lindley, Ajerper y Embotelladora Perú Cola.
- En los últimos años la empresa registra un crecimiento continuo. Ha elaborado nuevos contratos con otras empresas como Laive –afirma uno de los huelguistas–.
- San Miguel apunta a monopolizar todo el mercado –nos dice otro–. Está comprando más plantas. Se ha expandido en Latinoamérica.
Como toda empresa que busca posicionarse en su nicho, San Miguel Industrias apela a una retórica de excelencia y sostenibilidad. “Expertos buscando soluciones integrales desde 1995” y “Nosotros. Líderes indiscutibles en envases rígidos en la Región Andina, Centroamérica y El Caribe”, son algunos de los eslóganes utilizados en sus redes sociales y encartes publicitarios. Forman parte de una estrategia de mercadotecnia orientada a proyectar una imagen de perfección, responsabilidad y preocupación por el ambiente.
De hecho, el rubro en sí mismo es bastante cuestionable. Por más que se recicle parte de lo producido, la industria del plástico es considerada entre las más contaminantes en todo el mundo. La decisión de asumir el compromiso de cumplir con cinco estándares relacionados con la calidad y servicios –obsesión por la excelencia, trabajo en equipo, pro actividad, compromiso y transparencia–, expresa una preocupación y el interés de San Miguel Industrias por proyectar una imagen de responsabilidad social empresarial.
Algunos rankings elaborados por consultoras privadas ubican a San Miguel Industrias entre las “mejores empresas para trabajar” del medio. Great Place to Work, una institución conocida mundialmente, ubicó a las empresas del grupo INTERCORP entre las corporaciones con mejor clima laboral para su personal.
A similares resultados llega la evaluación realizada por Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (MERCO). Sobre la base de las encuestas de Datum Internacional realizadas a 9,396 personas, San Miguel Industrias ocupa el puesto 62 de 500 empresas donde los peruanos quisieran trabajar. Según este estudio, si los peruanos tuvieran la capacidad para decidir en qué sectores económicos desearían ocuparse, elegirían en primer lugar a la minería, luego a la banca y a la industria de fabricación de bebidas (cervezas y gaseosas). San Miguel forma parte de la cadena de producción.
Sin embargo, estos reconocimientos obtenidos por el socio estratégico de INTERCORP colisionan con la percepción que tiene el sindicato de su empleador.
- La empresa tiene como cumplir con nuestras demandas del pliego –nos dice uno de los huelguistas–. Su situación es buena y no somos tantos los trabajadores.
- ¿Qué piensan hacer si persiste la negativa de la empresa de no atender sus reclamos? –insistimos.
- Tendremos que radicalizar nuestra protesta. Lo haremos de manera pacífica e iremos a los medios de comunicación.
Desigualdades que irritan
Los trabajadores consideran que la principal razón por la que no se soluciona el conflicto es la obsecuencia de un hombre, uno de los más poderosos en el país. Carlos Rodríguez Pastor, cabeza del grupo INTERCORP.
Rodríguez Pastor es considerado una de las personas más influyentes del sector privado peruano. En marzo del 2012 la revista Forbes lo definió como uno de los seis multimillonarios peruanos y lo ubicó en el puesto 894 a nivel mundial. Su fortuna se calculó en ese entonces en US$ 2,100 millones. Un año antes, el portal Bloomberg lo ubicó en el grupo selecto de los ocho “multimillonarios ocultos” del mundo. El diario Gestión da cuenta de sus múltiples cargos –como presidente y miembro del directorio– en Interbank, Intercorp Perú Ltd., Intercorp Financial Services Inc., InRetail Perú Corp., Interseguro Compañía de Seguros S.A. y gerente general de Intercorp Financial Services Inc.
No extraña, por eso, que acapare la atención de la protesta. Una fotografía suya adorna las infografías del sindicato apostado frente al Ministerio de Trabajo. !Rodríguez Pastor, no seas abusivo! Las arengas de los trabajadores se confunden con las bubucelas y las bocinas de los buses. ¡Rodríguez Pastor, respeta la jornada de 8 horas! En sus caras se siente la desazón de la desigualdad (de ingresos, de oportunidades). ¡Rodríguez Pastor, 94 familias te exigen solución al pliego! El sinsabor de asistir a la riqueza de pocos, a costa de la explotación de muchos.
- Lamentamos que una persona que maneja los poderes económicos y es de los más ricos del país, trate así a sus trabajadores. Que se niega a dar una solución justa de sus demandas –nos dice un trabajador de San Miguel–.
- Teniendo la capacidad de dar aumentos a los trabajadores, se burla, ningunea y no se presenta ante el MTPE –completa su compañero, que sostiene una banderola–.
Los trabajadores advierten que Rodríguez Pastor participó como expositor en la última CADE. Su presentación –reporta El Comercio–, giró en torno a la idea del “sueño peruano”. A partir de este concepto planteó los que considera son nuestros retos y posibilidades rumbo al Bicentenario. En su nota periodística, el decano da cuenta de una de las influencias bibliográficas reconocidas por Rodríguez Pastor. The three-box solution, libro del conferencista hindú Vijay Govindarajan –“uno de los cinco principales formadores de ejecutivos en estrategia”, según el portal Thinkingheads–. De este recoge el concepto de “olvidar selectivamente”; según el decano, “para desaprender la idea de que las empresas solo están motivadas por el interés propio y que este siempre está reñido con el bien común”.
Al parecer, en el caso de San Miguel, llevar a la práctica esta máxima le resulta más difícil que enunciarlo en público.
Prácticas antisindicales
La persistencia del conflicto en San Miguel es expresión de un problema de fondo. Está vinculado con el tipo de relaciones laborales que prima y ha primado entre la empresa y sus trabajadores.
La relación con el sindicato puede definirse como tirante. Las dos últimas negociaciones colectivas cerraron luego de sendas huelgas. La primera, la del pliego 2012-2014, duró doce días. La segunda, en la negociación del convenio 2015-2016, treinta y dos. Sobre esta última, un dirigente enfatiza: “Fue una lucha dura y logramos arrancarle algo a la patronal”. Al momento de escribir estas líneas, la tercera huelga lleva treinta y cinco días.
Los trabajadores denuncian que la empresa incurre en prácticas antisindicales. Por un lado, ofrece incentivos a los trabajadores sindicalizados para que se desafilien. Por ejemplo, brinda aumentos salariales por encima de los otorgados a los afiliados. De ahí que los salarios de los no sindicalizados (1,400 en promedio) sean un 17% mayor que los de los sindicalizados.
- ¿Qué explicación les da la empresa para justificar estos aumentos desiguales? –preguntamos–.
- Ustedes se rigen por el acuerdo colectivo, nos dice la empresa. Nada más –puntualiza, resignadamente, un trabajador sindicalizado–.
Cuando han solicitado inspecciones de trabajo, por discriminación antisindical, estas demoran o no se cumplen. “Nos exigen que presentemos pruebas de nuestras denuncias, documentaciones con que no contamos. Por ejemplo, las boleta de pago de los trabajadores no sindicalizados”, requerimiento que indican les resulta complicado conseguir al momento de la inspección.
Estos días de huelga el Sindicato ha presentado nuevas denuncias ante la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL). Acusan a la empresa de practicar el “esquirolaje”.
Esta modalidad –prohibida por el artículo 70° de la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo– consiste en reemplazar a los trabajadores en huelga por nuevos trabajadores, ajenos a la unidad económica paralizada. De esta forma neutralizan la medida de fuerza y reducen la capacidad de negociación de los trabajadores.
- La empresa ha contratado a aproximadamente veinte trabajadores para que reemplacen a los que protestamos, y al resto de trabajadores les amplió la jornada a 12 horas –nos dice uno de los trabajadores entrevistados–. En las huelgas anteriores, la empresa apelaba a la tercerización para cubrir nuestros puestos.
Ahora la tercerización forma parte de la política de personal de San Miguel Industrias. Según los trabajadores entrevistados, la empresa contrata los servicios de dos services: Access Line, en preformas; y Handfast en soplado. El sindicato indicó que bien podría San Miguel Industrias incorporar las labores tercerizadas al proceso principal de la empresa.
En este escenario de huelga, el interés de San Miguel Industrias por quebrar la acción sindical, avanza a pasos lentos, pero avanza. Una forma de lograrlo es propiciando desafiliaciones al sindicato. Actualmente la empresa cuenta con 500 trabajadores, de los cuales 94 están sindicalizados. Sin embargo, desde su fundación el sindicato ha sufrido varias bajas. Al principio eran 120 miembros, pero la empresa ofreció incentivos para que se desafilie un grupo importante. Se fueron 26.
- Hemos logrado repuntar esta difícil situación, haciéndoles ver que la empresa no está actuando de buena forma con los trabajadores –precisa nuestro interlocutor. Sin embargo, al día siguiente de esta conversación, el sindicato nos informó de una nueva baja. La situación es dramática.
- Siguen llamando a los afiliados, tanto en Lima como en Motupe. La empresa les llama aprovechándose que la gente no tiene medios para seguir en la lucha. Son treinta y cinco días en los cuales la empresa se juega todo. Ya cayó uno, y seguimos ahí, dándole la fuerza a la gente de Motupe para que no caiga. No pensamos durar tanto, ya estamos casi cuarenta días. Ellos tienen dinero. Nosotros somos noventa y tres familias que estamos aguantando.
Solidaridad sindical
La huelga de los trabajadores de San Miguel Industrias adquiere ribetes dramáticos. Llevan paralizados una cantidad de días inusual en el medio. Según el Anuario Estadístico del Ministerio de Trabajo, apenas el 3% de las huelgas realizadas el 2015 superó los 35 días.
(Fuente: Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. Anuario Estadístico 2015)
El sindicato manifestó en todo momento su preocupación por el desarrollo del conflicto. San Miguel Industrias recibe asesoría legal del estudio Miranda & Amado. Uno de sus principales socios es el abogado Jorge Toyama, profesor universitario y asesor de varias corporaciones y gremios empresariales. Toyama formó parte el año pasado de la Comisión de Transferencia del Ministerio de Trabajo en representación de Peruanos Por el Kambio (PPK) y se le atribuye una cercanía con la alta dirección del Ministerio de Trabajo.
Al ser un sindicato de alcance nacional, el caso está bajo competencia de la Dirección General de Trabajo. Las reuniones extraproceso son llevadas a cabo por la abogada Mónica del Piélago, con una corta experiencia de poco más de un año en la Dirección de Prevención y Solución de Conflictos. Según señalan los trabajadores, la actitud de la empresa deja mucho que desear y el Ministerio de Trabajo carece de autoridad para llevar a buen puerto la negociación.
- [La empresa] No siempre se ha presentado a las citaciones de la Autoridad de Trabajo. Y cuando lo ha hecho, ha sido para patear el tablero, para decir que “no hay nada, no podemos negociar, la empresa no tiene nada”. Tres o cuatro veces por semana venimos al MTPE para continuar la negociación. En ese plan estamos.
La huelga del Sindicato de Trabajadores de San Miguel Industrias ha concitado la solidaridad de organizaciones sociales y sindicales nacionales e internacionales. “Hemos recibido el apoyo solidario de los compañeros de las empresas Winter, Backus, Indeco, Indutrias del Embase, CGTP Aba, Red Solidaria de Perú y de la organización argentina AJR Clarín”, compartió, entusiastamente, uno de los trabajadores en huelga.
Esperemos que pronto se llegue a una solución.