LAS MYPES, LOS TRABAJADORES INFORMALES Y LOS INDEPENDIENTES ENTRE LOS MÁS AFECTDOS POR EL COVID–19

Sergio Quispe (Economista PUCP)

Es conocido que la pandemia impactó algunas actividades económicas más que otras. En general, las más afectadas fueron las relacionadas a servicios diversos (de alojamiento, restaurantes, construcción, transporte, minería, entre otros); mientras que las de menor impacto están vinculadas a la agricultura y el sector financiero.

Esta afectación de los sectores productivos tuvo un impacto directo en el empleo. Si nos basamos en el informe “Mapa de calor sectorial”, elaborado por Perú Top Publications[1], encontramos una clasificación de las actividades económicas de acuerdo al impacto bajo, medio o alto de la crisis provocadas por la crisis sanitaria. A partir del registro de la ENAHO (358 actividades para el año 2019), se puede ver que el 58% de los perceptores (PEA ocupada con ingresos) trabaja en una actividad económica vulnerable. Lo que implica que la pandemia tuvo un nivel de afectación alto en su economía personal y familiar.

Vulnerabilidad de la PEA ocupada, según algunas características

La vulnerabilidad de los perceptores de ingresos varía dependiendo de: (i) sector económico o rama de actividad; (ii) la categoría ocupacional y el tipo de contrato (para los asalariados privados), y (iii) el tamaño de la empresa donde labora el perceptor.

En este artículo analizaremos dichas características con el fin de analizar los niveles de vulnerabilidad de los perceptores de ingresos, de manera diferenciada. Una variable de control será la formalidad o informalidad laboral en cada uno de los sectores y categorías analizadas.

Por rama de actividad económica

Respecto a las ramas de actividad económica, las tres principales –agropecuaria, comercio y otros servicios– concentran alrededor de 8 millones de trabajadores; es decir, más de la mitad del total de perceptores en el 2019.

En el sector agropecuario, debido a su condición de actividad de primera necesidad, el impacto del Covid–19 ha sido casi en su totalidad bajo. Prácticamente, los empleos de esta rama no se han visto perjudicados.

No es el caso del empleo en las ramas de pesca y acuicultura, minería e hidrocarburos, construcción, y alojamiento y restaurantes, todas afectadas casi en su totalidad por la emergencia sanitaria. Afortunadamente, estas 4 ramas solo concentran el 16% de toda la PEA ocupada.

Aunque no de manera total, los empleos relacionados a la manufactura, comercio (de bienes que no son de primera necesidad),  transporte y comunicaciones, telecomunicaciones, servicios prestados a empresas, entre otros servicios, se vieron significativamente perjudicados. Los empleos considerados de alta vulnerabilidad en estos sectores superan las dos quintas partes (41,3%) del total de perceptores (más de 6,3 millones de trabajadores).

Los empleos en los sectores de minería e hidrocarburos, telecomunicaciones y servicios prestados a empresas, presentan un mayor nivel de protección frente al impacto económico de la crisis, en la medida que presentan tasas de empleo formal (50%) superiores al promedio de las ramas fuertemente impactadas (31,5%).

Por el contrario, sectores como la pesca y acuicultura, construcción, transporte y comunicaciones, alojamiento y restaurantes –donde el 80% del empleo es informal– los niveles de vulnerabilidad son también altos. Esta desprotección antecede, ciertamente, a la llegada del Covid–19, pero la pandemia profundizó sus niveles de vulnerabilidad laboral.

Por categoría ocupacional

Los asalariados privados y los independientes representan, en conjunto, el 84% del total de perceptores al 2019.

En el caso de los asalariados privados, 6 de cada 10 se vieron afectados fuertemente por la pandemia. En el caso de los independientes, poco más de la mitad se encuentra en una posición altamente vulnerable; básicamente los vinculados al sector comercio y transporte. En el resto de trabajadores independientes, el impacto será bajo al ocuparse en actividades agropecuarias y comercio de bienes de primera necesidad. En el caso de las trabajadoras del hogar, estas se ven afectadas en su totalidad por la cuarentena.

Según el tipo de empleo, los independientes (86,7% de los cuales son informales por no contar con un registro único de contribuyentes, RUC) tendrán un acceso limitado a los bonos monetarios otorgados por el Estado, lo cual agrava su vulnerabilidad económica.

En el caso de los asalariados privados en actividades fuertemente impactadas por el Covid-19, la situación de vulnerabilidad también es alarmante: 6 de cada 10 trabajadores son informales (no cuentan con un seguro pagado por su empleador).

Sin embargo, los mayores niveles de vulnerabilidad la presentan las trabajadoras del hogar. La tasa de informalidad en ese sector es equivalente a 90%.

En el otro extremo, más de la mitad (57,6%) de los empleadores sí podrá acceder a algunas de las facilidades y beneficios otorgados el Estado a las empresas: ya sea a través del programa Reactiva Perú; o mediante el subsidio de 35% de los salarios menores a S/ 1,500, siempre que cuenten con una empresa registrada en la SUNAT.

Por tipo de contrato

Dentro de los asalariados privados, es preocupante que 1 de cada 2 trabajadores laboren en condiciones de informalidad laboral, es decir, que no tenga contrato alguno. Esta condición –con o sin pandemia– acarrea una serie de problemas de desprotección laboral que, evidentemente, en contextos sanitarios críticos como el actual, resultan más alarmantes.

Dentro de los asalariados privados formales, los trabajadores con contrato a plazo fijo se encuentran en una condición de vulnerabilidad mayor. Al habilitarse el mecanismo de la suspensión perfecta de labores, los contratos temporales pueden terminar antes que finalice la suspensión, quedándose, en la práctica, sin empleo e ingresos. Este análisis se condice con la información compartida por el Gobierno, según la cual desde que comenzó la cuarentena, se habrían perdido 2,3 millones de empleos a nivel nacional.

Por tamaño de empresa

El 2019 los trabajadores que laboraban en empresas con 2 a 10 trabajadores representaron el 42,9% del total de trabajadores. Le siguen las empresas unipersonales (más del 25%). Del primer grupo, la mitad de trabajadores se verá fuertemente afectado por la pandemia, principalmente porque labora en los sectores de alojamiento y restaurantes, así como en construcción civil.

En el caso de los independientes, presentan una mayor vulnerabilidad frente al Covid–19, ya que están estrechamente vinculados al sector de transporte público y comercio de bienes no esenciales, que van a operar con limitaciones por congregar aglomeraciones.

Otro grupo relativamente pequeño, pero altamente vulnerable, son las empresas de 11 a 50 trabajadores. En este segmento, los trabajadores se ubican principalmente en el rubro de enseñanza y comercio, paralizados por la pandemia.

Considerando que a medida que aumenta el tamaño de empresa, la tasa de empleo informal disminuye, tenemos que los trabajadores más desprotegidos frente al Covid–19 se encuentran en los que laboran en empresas de 1 a 10 trabajadores, donde la informalidad laboral supera el 80%.

Alrededor de la mitad de los trabajadores altamente afectados en empresas de 10 a 50 trabajadores se encuentran en un empleo informal. En las empresas de 51 a más trabajadores las tasas de empleo informal están por debajo del promedio (69,3%). (Sergio Quispe, economista de la PUCP).

[1] https://ptp.pe/que-sectores-son-los-mas-afectados-por-la-cuarentena-mapa-de-calor-sectorial/