Presentamos en esta entrega de TrabajoDigno.pe las comunicaciones dirigidas por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) al Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), Alfonso Grados Carraro, a propósito de su ausencia en la última sesión del Consejo Nacional del Trabajo y Promoción del Empleo (CNTPE), así como la respuesta de éste a las centrales sindicales (Oficios Nº 067–2017/MTPE–1 y Nº 068–2017/MTPE–1).
Como habíamos adelantado (TD.pe 08/04/17), las dirigencias sindicales decidieron no participar en el pleno Nº 122 del CNTPE, en señal de protesta por la presentación del Ejecutivo de un proyecto de ley sobre empleo juvenil directamente al Congreso para su aprobación, y también por las medidas de “simplificación administrativa” contenidas en el Decreto Legislativo Nº 1246, aprobadas en el marco de las facultades legislativas otorgadas por el Parlamento, sin antes ponerlos a consideración de la representación sindical.
Creemos que las comunicaciones, en ambos lados, resultan claras en sus posiciones. En TrabajoDigno.pe queremos destacar los siguientes aspectos por considerarlos relevantes para el debate laboral.
- No es correcto señalar que los proyectos e iniciativas aprobados no impliquen una dimensión laboral al “no regular ni modificar derechos laborales ni sindicales”, como señala el Ministro en su comunicación, razón por la cual no fueron puestas a discusión en el CNTPE, como reclamaron las centrales sindicales.
Veamos. Que el proyecto de empleo juvenil no especifique restricciones ni condiciones para la contratación de trabajadores de 18 a 29 años bajo esta modalidad, da lugar para la preocupación en un país donde existe un número importante de denuncias y conflictos laborales por desnaturalización de contratos. La iniciativa de ley tampoco detalla las sanciones a las que estarían sujetos los empleadores que usaran ilegalmente los beneficios ofrecidos por ésta. Este solo hecho da lugar para la suspicacia sindical, con razones motivadas para ello.
En TrabajoDigno.pe consideramos que el factor etario no justifica en sí mismo un motivo para legislar específicamente para un sector de trabajadores, sin que sea considerado discriminatorio respecto de otras categorías ocupacionales o laborales.
Una forma de “mejorar” el proyecto –si fuese el caso– es incorporando una cláusula para que los “jóvenes” empleados bajo esta modalidad sean contratados bajo modalidades a tiempo indeterminado bajo el régimen laboral general. De esta forma se promovería el empleo “juvenil” estable y con beneficios laborales completos, generando un verdadero incentivo para la capacitación laboral, sin el riesgo de la “rotación” infinita de los trabajadores más jóvenes y la perdida de la inversión.
De igual forma, el D.Leg. Nº 1246 no regula derechos laborales, ciertamente, pero exonera a las empresas de presentar copia del contrato de trabajo a plazo fijo ante la Autoridad Administrativa de Trabajo. Y a ésta, de autorizarlos en el caso de las modalidades de contratación especiales, específicamente en el caso de las formativas.
Para quienes conocen el trasfondo de la conflictividad laboral en el ámbito individual, es sabido que un número importante de denuncias laborales están referidas a la desnaturalización del vínculo laboral, a lo que se suman las múltiples dificultades que enfrentan los trabajadores para sustentar legalmente la violación de sus derechos laborales. Bien haría el Ministro y su equipo en darse un salto por la oficina de conciliación laboral, en el primer piso del Ministerio, y conocer de cerca la realidad de miles de trabajadores perjudicados por la ausencia de registro de los contratos de trabajo a plazo fijo.
2. La aprobación de la “Gran Reforma Laboral”, como la denomina el Ministro Grados, debe involucrar de manera activa y participativa a los trabajadores y sus representantes, y no ser delegada a terceros.
Recibir las opiniones del Consejo Consultivo del MTPE a los proyectos normativos elaborados por la Alta Dirección del MTPE, encargada de darles forma, no equivale al diálogo social ni debe suplantarlo.
Como ya hemos señalado anteriormente (TD.pe 11/01/17), este Consejo Consultivo muestra un desequilibro evidente. De los once miembros, apenas tres especialistas mantienen posiciones representativas de los intereses de los trabajadores. Este consejo no cuenta además con ningún dirigente sindical entre sus miembros.
Por otro lado, que el proyecto de empleo juvenil o el Decreto Legislativo Nº 1246 no impliquen directamente la eliminación o modificatoria de derechos laborales, no debe llevar a validar la premisa falsa de que la participación de los trabajadores en el CNTPE debe limitarse a opinar solo sobre las condiciones laborales. Como si la política laboral no estuviese estrechamente vinculada con la política económica, tributaria y de promoción del empleo.
La actitud del Ministro no toma en cuenta experiencias importantes en materia de diálogo social, donde los trabajadores organizados jugaron un rol protagónico en la definición de las políticas económicas y sociales en sus respectivos países.
Quizá la experiencia más relevante de negociación tripartita fue el papel clave que tuvieron los sindicatos y el poder industrial en la implementación del New Deal (o Nuevo Pacto), impulsado exitosamente por el presidente Franklin D. Roosevelt para reconstruir la economía norteamericana, tras la crisis de la Gran Depresión en la década de los años treinta.
Fue a través del diálogo social y el involucramiento directo de los trabajadores que fue posible la consolidación de los Estados de Bienestar, y el mayor proceso de crecimiento y expansión del capitalismo a nivel global. Nunca antes los trabajadores habían logrado un reconocimiento tan claro de sus derechos laborales y sociales, ni las industrias recibido tanto apoyo estatal sin cuestionar dicho pacto.
Salvando las distancias, la etapa de reconstrucción nacional post fenómeno del Niño en nuestro país requeriría de una suerte de New Deal en el que los trabajadores y sus organizaciones pudieran participar activamente en la formulación de las políticas públicas que se requieren para dinamizar la economía y alcanzar el desarrollo social al que aspiramos, sin exclusiones.
Una oportunidad inigualable si el Gobierno de PPK quiere pasar a la historia como el artífice de la reconstrucción y modernización del país.