¿Tiene PPK una agenda laboral para el país?

Autor: Enrique Fernández-Maldonado (en Diario UNO)

La semana pasada abordamos al fujimorismo laboral. Ahora vamos a examinar las propuestas de Peruanos por el Kambio (PPK) en este campo.

En términos generales, el programa de PPK no contiene mayores referencias sobre el tema. Apenas hay una mención al logro “de una seguridad social de calidad”, dentro del capítulo “Reactivación Económica”. El anuncio más visible en esta materia fue el aumento del salario mínimo a 850 soles. Pero pronto quedaría desfasado, luego de que el presidente Humala decretará el tercer (y último) incremento de su mandato. Lo destacable acá es la voluntad de institucionalizar una fórmula para ajustes periódicos. Propuesta en común con su contrincante Fuerza Popular y que recoge lo aprobado en el Consejo Nacional del Trabajo (CNTPE) hace algunos años.

Además, PPK propone: “a) implementar un seguro de desempleo (eliminando la CTS) que recaería sobre el trabajador; b) una reforma previsional que garantice una pensión mínima a los trabajadores del sistema de pensiones privado, al igual que tienen los trabajadores del sistema público; c) la creación de un fondo de vivienda privado voluntario, separado de las pensiones, y manejado por las Asociaciones de Fondos Privados (AFP); así como d) universalizar el seguro de salud, fusionando los sistemas de información de Essalud y el Sistema Integrado de Salud (SIS)”.

Se trata, sin duda, de aspectos relevantes, considerando la escasa cobertura de ambos sistemas, pero que instalan justificadas dudas sobre cómo implementarlas.

Ofrece también implementar un programa (Jóvenes Productivos) para incrementar la formación y el emprendimiento juvenil en espacios urbanos y rurales. El objetivo de este programa sería fortalecer las competencias técnico-productivas para la realización de proyectos innovadores en sectores estratégicos. Pero ni una coma sobre cómo financiarlos.

Finalmente, PPK acusa el mismo problema del fujimorismo laboral: la falta de credibilidad. La trayectoria de su líder, Kuczynski, más cercana a los grandes negocios que a los sindicatos, justifica la suspicacia. Asociación que es reforzada por una frase suelta en el Programa, que señala: “Simultáneamente [a lo expuesto], de forma más rezagada, nos proponemos reducir el sobrecosto de los beneficios laborales con respecto al salario en 10 puntos porcentuales durante todo el período de gobierno. Algunos de estos costos los asume el empleador y son excesivos en el caso peruano, desestimulando la creación de empleos formales”.

En otras palabras, más de lo mismo: flexibilidad y “reducción de sobrecostos” para promover la “formalidad” laboral. Si PPK quiere ganar la segunda vuelta, tendrá que reconsiderar esta posición. Veremos.